El origen del incienso
El origen del incienso - Posiblemente haya que buscar el origen del incienso casi al mismo tiempo que el del fuego. Ya los primeros humanoides encontraban un cierto placer quemando una determinada madera en lugar de otra.
Posiblemente haya que buscar el origen del incienso casi al mismo tiempo que el del fuego. Ya los primeros humanoides encontraban un cierto placer quemando una determinada madera en lugar de otra.
Aunque esto sea una exageración, no es menos cierto que el hombre ha utilizado, desde civilizaciones muy remotas, la combustión de mezclas de maderas y resinas aromáticas como culto a sus dioses y también como efecto placentero y saludable para el cuerpo.
El descubrimiento del Quemador de incienso de Qustul , que data del 3700 a.c, es una de las pruebas palpables del uso del incienso por la civilización Nubia.
También en el código hindú Rgveda del 4000 a.c. se hace mención explicita del incienso como ofrenda devota.
Más tarde grandes civilizaciones como la Mesopotámica, la Sumeria y la Egipcia generalizaron el uso del incienso en sus ceremonias religiosas y en sus momentos de placer.
Con las rutas de comercio se extendió a la civilizaciones griega, china y posteriormente romana y musulmana. Importantes figuras de la medicina clásica como Hipócrates o Avicena se sirvieron en algún momento del incienso para sus terapias.
Fue en Japón ,738 d.c, con el maestro budista Jian Zhen cuando dio un salto cualitativo con las “bolas de incienso”. Zhen amasaba una mezcla aromática con pulpa de ciruela carbón y miel, que luego quemaba para el placer de los sentidos.
El incienso que conocemos en la actualidad suele ser una mezcla de carbón de madera de combustión lenta, gomorresinas y fragancias. Esta mezcla se nos presenta amasada y apelmazada, alrededor de una médula de bambú o en forma de conos , espirales o figuras más complejas. De todas ellas el stick es la presentación más generalizada y de más fácil uso.
Así pues, como el incienso, como muchas otras cosas en la vida, se aprecia realmente cuando se experimenta, le proponemos que se relaje ,que deje libre su mente, que deje fluir por todo su ser la influencia de este humo místico. Este es la verdadera magia de la historia del incienso!
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